Hasta donde hemos podido determinar, no existen eventos programados que aborden la interseccionalidad entre discapacidad, locura y trabajo sexual.
En su lugar, lo que sí hay es un gran vacío y una falta de reconocimiento hacia las realidades y necesidades de las trabajadoras sexuales con discapacidad. Una ausencia que se traduce en estigmatización e inaccesibilidad generalizadas.
En ausencia de empleos seguros y accesibles; de atención médica accesible; de educación accesible —también sexual—; de hogares accesibles. En ausencia de participación en el diseño de políticas desde una perspectiva feminista, anticapacitista, anticuerdista, que no las fuerce a la invisibilidad o las criminalice. En ausencia de colectivos de apoyo, alianzas y defensa. En definitiva, de una justicia social, de la discapacidad y la locura.
En estos días, hemos sido partícipes de una victoria feminista promovida por las compañeras futbolistas. Sin embargo, la alegría de la victoria se ha visto borrada rápidamente al comprobar cómo los medios de comunicación —colectivos e individuales— han obviado la accesibilidad en su narrativa. Una vulneración del derecho a la información que ha impedido, una vez más, que mujeres con discapacidad, dolor crónico o sufrimiento participaran tanto de la alegría como de los testimonios bajo los hashtags #SeAcabó, #MeToo o #YoTambién.
1 de cada 3 mujeres con discapacidad es víctima de violencia machista. El 40 % lo es de su pareja. Las locas ni siquiera son merecedoras de estudio. Y todo esto no es más que la punta del iceberg.
El feminismo será accesible, anticapacitista, anticuerdista, antirracista…
El feminismo será interseccional o no será. Cuanto menos, a costa de las otras.
Que no se olvide/n.
El equipo de ACCIUMRed,